- Transporte
Reinventar la rueda, el desafío de los coches eléctricos
09 of March 2023
0 min de lectura
En un vehículo de combustión la fuerza del motor siempre se transmite a través de una serie de elementos mecánicos, desde el propio motor hasta llegar a las ruedas, cigüeñal, caja de cambios, eje de transmisión y palieres. En un eléctrico, el motor es más pequeño y puede ubicarse más cerca de las ruedas con lo que podemos eliminar algunas de esas piezas mecánicas, pesadas y que ocupan espacio, para hacer que las ruedas se muevan y aquí es donde se encuentra el nuevo desafío de la movilidad eléctrica.
En un futuro no muy lejano las nuevas ruedas incorporarán el motor eléctrico, todos los elementos de la suspensión, la dirección y la transmisión. De esta forma, los coches serán más ligeros y tendrán mucho más espacio interior, lo que también permitirá redefinir los habitáculos de los vehículos.
La rueda del futuro ya está inventada y solo falta llevarla a la práctica e incorporarla a los vehículos de gran producción, algo que exige inversiones y, sobre todo, cambiar muchas normas internacionales en lo referente a las homologaciones técnicas que obligan a que existan elementos mecánicos tradicionales como la columna de dirección o el clásico sistema de frenos.
PRIMER PASO, LA DIRECCCIÓN
La columna de dirección y todos los elementos que hacen que las ruedas giren cuando movemos el volante son un verdadero "engorro" para los diseñadores, además de una pieza que, hasta la aplicación de la columna de dirección articulada y colapsable, causaba infinidad de muertos y heridos en los accidentes al clavarse, literalmente, en el pecho del conductor. La dirección eléctrica, por cable, elimina la columna de dirección y hace más preciso el guiado de las ruedas. Además, permite que las vueltas que tenemos que dar al volante varíen de forma significativa en función de si vamos circulando a gran velocidad o si vamos a aparcar. En este último caso, sería posible girar poco más de media vuelta el volante para llevar las ruedas al máximo de un lado a otro, mientras que en autopista la dirección será mucho menos sensible.
Toyota, Lexus y Tesla son los primeros fabricantes en ofrecer este tipo de dirección por cable junto con un futurista volante tipo avión.
RUEDAS SIN EJE
El primer paso para estas singulares ruedas lo dio el diseñador suizo Franco Sbarro en 1989. Presentó la rueda perimetral o sin buje central en un prototipo de moto y la bautizó como Orbitale. Dos años más tarde la colocó también en un coche, el concept Osmos, pero su idea no avanzó hasta entrado el siglo XXI.
El fabricante finlandés RMK ha sido el primero en aplicar el diseño de rueda perimetral inventado por Sbarro en una moto homologada para circular, la Verge TS que ilustra la imagen. La moto finlandesa prescinde de la cadena tradicional para transmitir la fuerza a la rueda ya que es ella misma la que incorpora el motor y el sistema de freno, lo que simplifica el diseño y reduce el peso.
LA RUEDA 'TODO EN UNO'
En 2008 Michelin presentaba su Active Wheel, desde fuera una rueda aparentemente tradicional, pero que en el interior de la llanta alberga el sistema de suspensión y dos motores eléctricos. Uno de esos motores mueve y frena la rueda mientras que el otro actúa como un sistema de suspensión activa para mejorar la estabilidad, direccionalidad y comodidad. El sistema también integra un pequeño freno de disco y un muelle helicoidal, con un peso total de 42 kilogramos. Integrar en la propia rueda todos los elementos, motor, frenos, y suspensión permiten reducir el espacio necesario para esos órganos y mejorar la precisión de la conducción ya que todo se encuentra en la propia rueda.
MOVILIDAD ABSOLUTA
En 2021 Hyundai presentaba su sistema e-Corner Modulo utilizado a un vehículo de demostración totalmente funcional. El diseño de la marca coreana integra en un módulo independiente el motor eléctrico, la suspensión y los frenos. Ese módulo puede girar hasta 90º lo que permite que un vehículo con estas cuatro ruedas 'independientes' pueda moverse de forma lateral o girar sobre sí mismo, con lo que un cambio de dirección apenas necesitaría espacio alrededor, una ayuda incalculable sobre todo a la hora de moverse en ciudad y aparcar.