Auditoría Energética
Identificamos áreas de ahorro para optimizar la eficiencia de tu empresa.
Producidas directamente por la empresa, incluidas las de calderas, vehículos corporativos y otras instalaciones propias.
Generadas por vehículos de la compañía, incluyendo transporte de mercancías y
vehículos utilizados por empleados durante sus actividades laborales.
Emisiones originadas por las instalaciones de la empresa, como procesos industriales,
equipos de combustión y uso de maquinaria.
Derivadas de la energía comprada y consumida, como electricidad para climatización o vehículos eléctricos.
Compra de electricidad, vapor, calefacción y refrigeración para uso propio, incluyendo consumos en oficinas, fábricas o centros logísticos.
Emisiones generadas por el consumo de energía destinada a la operación de equipos eléctricos y electrónicos de la empresa.
Emisiones asociadas a la cadena de valor, como materias primas, desplazamientos, uso de productos y residuos generados.
Bienes y servicios comprados: Materias primas, bienes adquiridos y su transporte.
Equipos y combustibles: Uso de equipos arrendados, emisiones y residuos.
Viajes y logística: Viajes de negocio, in itinere y transporte de bienes.
Uso y disposición de productos: Impacto del uso y fin de vida de productos vendidos.
Producidas directamente por la empresa, incluidas las de calderas, vehículos corporativos y otras instalaciones propias.
Generadas por vehículos de la compañía, incluyendo transporte de mercancías y
vehículos utilizados por empleados durante sus actividades laborales.
Emisiones originadas por las instalaciones de la empresa, como procesos industriales,
equipos de combustión y uso de maquinaria.
Derivadas de la energía comprada y consumida, como electricidad para climatización o vehículos eléctricos.
Compra de electricidad, vapor, calefacción y refrigeración para uso propio, incluyendo consumos en oficinas, fábricas o centros logísticos.
Emisiones generadas por el consumo de energía destinada a la operación de equipos eléctricos y electrónicos de la empresa.
Emisiones asociadas a la cadena de valor, como materias primas, desplazamientos, uso de productos y residuos generados.
Bienes y servicios comprados: Materias primas, bienes adquiridos y su transporte.
Equipos y combustibles: Uso de equipos arrendados, emisiones y residuos.
Viajes y logística: Viajes de negocio, in itinere y transporte de bienes.
Uso y disposición de productos: Impacto del uso y fin de vida de productos vendidos.
Aquí encontrarás algunas de las dudas más frecuentes
La Ley 7/2021, de 20 de mayo, de Cambio Climático y Transición Energética establece que las empresas estarán obligadas a reducir su huella de carbono, pasando de una medida voluntaria a obligatoria. Las obligaciones de las compañías españolas se especifican reglamentariamente a través del Real Decreto 214/2025, de 18 de marzo, por el que se crea el registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono y por el que se establece la obligación del cálculo de la huella de carbono y de la elaboración y publicación de planes de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
La huella de carbono que genera cada fuente de emisión es el resultado del producto del dato de consumo (dato de actividad) por su correspondiente factor de emisión. El dato de actividad, es el parámetro que define el grado o nivel de la actividad generadora de las emisiones de GEI. Por ejemplo, cantidad de gas natural utilizado en la calefacción (kWhPCS de gas natural). El factor de emisión (FE) supone la cantidad de GEI emitidos por cada unidad del parámetro “dato de actividad”. Estos factores varían en función de la actividad que se trate. Por ejemplo, en relación a la actividad descrita anteriormente (consumo de gas natural para la calefacción), el factor de emisión para 2022 sería 0,183 kg CO2 eq/kWhPCS de gas natural. Como resultado de esta fórmula obtendremos una cantidad (g, kg, t, etc.) determinada de dióxido de carbono equivalente (CO2 eq).
Para el cálculo de la huella de carbono necesitamos: Establecer los límites de la organización y los límites operativos: consistirá en decidir qué áreas de la organización se incluirán en la recolección de información y en los cálculos, así como en identificar las fuentes emisoras asociadas a las operaciones dentro de esas áreas, distinguiendo entre emisiones directas e indirectas. Elegir el periodo para el que se va a calcular la huella de carbono: normalmente éste coincidirá con el año natural inmediatamente anterior al año en el que se realiza el cálculo. Recopilar los datos de actividad de estas operaciones: generalmente son los datos de consumo.
Las principales vías para reducir la huella de carbono es reducir el consumo energético y utilizar energías limpias. Algunos ejemplos son: Genera tu propia electricidad con la energía solar fotovoltaica. Instala sistemas de aerotermia como solución para la climatización. - Mejora el aislamiento de las estancias y del edificio. - Pásate a la movilidad eléctrica. - Consigue la eficiencia energética controlando tu consumo. - Buenas prácticas en compra verde.
Si ya no puedes reducir más tus emisiones, puedes compensar tu huella de carbono: neutraliza las emisiones de CO2 que emite tu organización a través de la financiación económica en proyectos ambientales. Puedes hacerlo a través de Carbon2Nature, donde puedes adquirir créditos de carbono con el que compensar las emisiones, donde estos créditos se destinan a un proyecto que capte una cantidad equivalente de CO2 o evite la emisión del mismo dióxido de carbono.