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Cuáles son los radiadores que menos consumen
En función de la tecnología que incorporan, su material, el tamaño o la temperatura del agua, estos son los más recomendables para el bolsillo y el medio ambiente.

La principal razón por la que la factura del gas o la luz sube considerablemente en invierno es el uso de la calefacción, innecesaria en otras estaciones del año. Cada hogar español se gasta unos 600 euros al año en dicho concepto, según la OCU. De ahí que cuando uno se plantea cómo ahorrar en el recibo, deba considerar la instalación de radiadores de bajo consumo. Porque no todos los radiadores son iguales. Los más eficientes, además, ayudan a reducir el impacto del hogar en el medio ambiente.
AHORRO EN FUNCIÓN DEL TAMAÑO
Un baremo para establecer diferencias en el consumo de radiadores es su tamaño. En este punto cabe preguntarse: ¿el tamaño de mi radiador es acorde con el espacio que deseo calentar?
En el caso de radiadores de agua, es fundamental un buen dimensionamiento del tamaño de los radiadores. Si el análisis no está bien realizado, puede que el tamaño o número de radiadores por estancia sea insuficiente o que, por el contrario, peque por exceso, lo que redundará en un consumo más elevado.
No siempre un radiador grande consume más que uno pequeño. Los grandes, al disponer de mayor superficie para irradiar calor, no necesitan agua tan caliente como los radiadores pequeños, por lo que la caldera o bomba de calor podría trabajar a una temperatura inferior (y se reducirá la factura de calefacción).
El asesoramiento de un profesional es fundamental para determinar el radiador más conveniente para la habitación.

RADIADORES ELÉCTRICOS, DE ALUMINIO, DUALES...
También es posible calibrar la eficiencia de un radiador en función de la tecnología que incorpore. Mientras que los radiadores de agua pueden utilizarse con calderas o aerotermia, por ejemplo, los eléctricos generalmente se basan en aparatos de calefacción separados en cada habitación.
La instalación de radiadores eléctricos es muy sencilla y la inversión se baja pues no se necesita instalar tuberías, sino simplemente enchufarlos a la red eléctrica y dependiendo del modelo, fijarlos a la pared. alefacción central solo para utilizar el toallero.
Hay que tener en cuenta que, para viviendas grandes, deberíamos colocar varios radiadores y aumentar la potencia eléctrica contratada si es necesario. Los radiadores eléctricos, sin embargo, tienen un alto consumo comparado con otros sistemas que funcionan con electricidad como la bomba de calor, aire acondicionado en modo calefacción o la aerotermia, que aprovecha la energía del aire considerándose una energía renovable.
Existen modelos de combustible dual, que pueden alimentarse a través de la calefacción o con electricidad. El ejemplo más frecuente es el de algunos toalleros de baño. En invierno, lo normal es que funcionen con la calefacción; pero en verano, si son duales, pueden enchufarse a la red si lo que necesitamos es secar unas toallas. Evidentemente, esto implica un mayor ahorro que si procedemos a encender la calefacción solo para utilizar el toallero.

¿RADIADORES DE ALUMINIO O HIERRO FUNDIDO?
En cuanto al material con el que están fabricados, el aluminio es un magnífico conductor de calor, por lo que alcanzan la temperatura óptima en muy poco tiempo y, por tanto, usan menos energía en el proceso. Son, por tanto, más eficientes que los antiguos de hierro fundido, que actualmente solo se emplean con fines decorativos.
La eficiencia de los radiadores de aluminio se traduce en una reducción de energía y costes al poder trabajar a menor temperatura.
LOS MÁS NOVEDOSOS: RADIADORES DE BAJA TEMPERATURA
Pero los campeones del mínimo consumo son los radiadores de baja temperatura. Trabajan a una temperatura menor que los convencionales, entre 35ºC y 45ºC. Frente a los modelos tradicionales que necesitan unos 70ºC para rendir al 100%.
Pese a su funcionamiento a menor temperatura, están diseñados para permitir al sistema de generación (bomba de calor o caldera), generalmente aerotermia, trabajar en óptimas condiciones.
Por otro lado, por su composición, emplean menos agua y el calor se transmite por convección de forma más eficiente.
Los radiadores de baja temperatura combinados con un equipo de aerotermia permiten tener el mayor ahorro de energía ya que la aerotermia está considerada como una energía renovable por su bajo consumo energético.
Los hay de dos tipos:
- Estáticos: en los que el intercambiador calienta el aire y este es expulsado por el radiador de forma natural.
- Dinámicos: disponen de ventiladores regulables en función de las necesidades de cada estancia. Los ventiladores no siempre están encendidos; solo se activan en momentos de alta demanda. Cuando se alcanza la temperatura idónea y solo trabajan para mantenerla, los ventiladores se desactivan.
Los radiadores de baja temperatura tienen un coste aproximadamente tres veces superior al de los tradicionales. Son instalaciones de calefacción ideales que utilizan como fuente la aerotermia o geotermia y consiguen la temperatura deseada con el menor consumo.
Lo más recomendable es confiar en técnicos e instaladores habilitados para recibir asesoramiento especializado sobre los equipos más adecuados a las necesidades.

VÁLVULAS TERMOSTÁTICAS DE RADIADOR
Otra forma de reducir el consumo de calefacción es instalar válvulas termostáticas de radiador (TRV) en cada uno de los radiadores de la vivienda. A diferencia de las tradicionales, detectan cuándo la habitación ya está caldeada y reducen el flujo de agua, evitando el desperdicio de energía. En resumen, permiten fijar el nivel de temperatura de la estancia o apagar el radiador de forma sencilla.
A TENER EN CUENTA
Para que los radiadores funcionen de forma eficiente no deben ser cubiertos con ropa para secar o con otros objetos, ni ser ocultados con muebles, cuanto más espacioso sea el hueco donde están situados el intercambio de calor con el aire ambiente de la estancia será mejor y permitirá más confort y más eficiencia.