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Gas natural o butano: diferencias, ventajas y cuál elegir para tu hogar

15 de octubre 2025

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Son dos gases parecidos en su utilidad para múltiples aplicaciones, aunque con suficientes diferencias como para analizar pros y contras antes de elegir.
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En general, el gas natural es más cómodo y rentable para un uso intenso. Y el butano es una buena opción para zonas más aisladas, al aire libre y usos esporádicos.

¿Qué es el gas natural? 

De acuerdo con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), es un combustible de origen fósil compuesto principalmente por metano (porcentajes superiores al 95%), junto con cantidades menores de otros gases.

Se genera por la degradación durante millones de años de grandes masas de materia orgánica vegetal y animal en condiciones anaeróbicas (ausencia de oxígeno). Y se extrae de bolsas situadas por encima de yacimientos petrolíferos, o bien de reservas independientes sin vinculación con otras materias primas. Los yacimientos se encuentran a profundidades de 1,5 km a 4 km.

Su componente principal, el metano, también se produce mediante la fermentación bacteriana de aguas residuales, residuos sólidos urbanos, compost o biomasa.

Se puede considerar al gas natural como un combustible estratégico debido a su uso a gran escala, importancia económica y su papel en la transición energética. De hecho, la Directiva 2014/94/UE del Parlamento y el Consejo europeos lo considera, junto con electricidad, hidrógeno, biocarburantes y gas licuado de petróleo (GLP), una de las principales alternativas “con potencial para sustituir al petróleo a largo plazo”. 

Tipos y transporte del gas natural

Se clasifica en diferentes variedades por su origen y procesamiento: Gas asociado a las reservas petrolíferas; Gas no asociado, de reservas independientes; Gas natural puro, en estado gaseoso; Gas natural licuado (GNL); y Gas natural comprimido (GNC) a presiones muy elevadas.

La mayor parte del consumido en España se importa a través de gaseoductos o en buques metaneros que lo almacenan en estado líquido. Después se regasifica en plantas especializadas para derivarlo a la red de distribución. También es común su distribución en camiones cisterna.

Ventajas y desventajas del gas natural

  • Eficiencia y comodidad. Es un combustible directo (no hay que transformarlo industrialmente para quemarlo) y de alto poder calorífico, así asegura un efecto rápido al generar y dosificar calor. Su canalización hasta viviendas y negocios asegura un suministro estable, sin necesidad de almacenarlo. Su instalación, gestión y suministro pueden incluirse en los planes hogar y servicios de grandes compañías energéticas, con todas sus ventajas en eficiencia, precio, personalización del servicio, asistencia, mantenimiento y seguridad de las instalaciones.
  • Versatilidad de usos. 
    • En viviendas, oficinas, comercios, restaurantes y hostelería para generar agua caliente sanitaria, calefacción, climatización y en cocinas
    • Procesos industriales que producen amoniaco (componente básico de numerosos fertilizantes), metanol, plásticos, hidrógeno, etc
    • Movilidad y transporte en vehículos propulsados por GNL o GNC
    • Y muy importante: para generar electricidad en centrales de ciclo combinado, lo que aporta estabilidad a un mix energético con predominio renovable. 
  • Menor impacto ambiental. Emite menos CO2, óxidos de nitrógeno y azufre que otros combustibles fósiles como el carbón o los derivados del petróleo. Se calcula que sus emisiones GEI (gases de efecto invernadero) son hasta un 50% menores que las del carbón y hasta un 30% menores que las del fueloil. 
  • Economía. Sus tarifas suelen ser menores que otras opciones como el gasoil, el butano o el propano. Contribuye a la financiación del Estado y la transición energética a través del impuesto sobre hidrocarburos.

Entre las desventajas: 

  • Aunque sus reservas son abundantes, hablamos de un combustible no renovable. Su impacto ambiental es menor en comparación con combustibles similares, pero no deja de emitir CO2, principalmente. 
  • A este impacto pueden sumarse las fugas de metano durante la extracción, transporte y almacenamiento. 
  • Se trata de un gas muy inflamable, aunque la revisión periódica y un buen mantenimiento garantizan su seguridad. 
  • Las instalaciones de suministro son eficientes, cómodas para el usuario final, pero implican una inversión considerable y no llegan a todas partes.
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¿Qué es el butano?

Es un gas combustible de tipo hidrocarburo, compuesto por átomos de carbono e hidrógeno. Tiene una relación estrecha con el gas natural, ya que se extrae principalmente de los yacimientos de este, donde aparece mezclado. El proceso que separa el butano consiste en aplicar calor y se realiza en una maquinaria conocida como desbutanizadora.  

También se obtiene durante la destilación o refinamiento del petróleo crudo, junto con el propano. Según el Miteco, el butano se comercializa con una mezcla de aproximadamente un 20% de propano, y ambos entran en la categoría de Gas Licuado de Petróleo (GLP) para facilitar su transporte y almacenamiento en recipientes a presión: mediante procesos de compresión o enfriamiento pasa de estado gaseoso a estado líquido.

Ventajas y desventajas del butano

  • Alto poder calorífico y coste. Produce mucha energía por unidad de volumen, lo que le permite calentar agua y alimentos o calefactar con rapidez. Alcanza 11.867 kilocalorías/Kilogramo (PCS, poder calorífico superior), algo menos que el propano. Este poder calorífico unido a unos precios razonables se traduce en reducción de costes energéticos. 
  • Limpieza y eficiencia. Apenas genera humos, gases o residuos como el hollín. Tampoco contiene sustancias contaminantes como el plomo o el azufre. Si se emplea para cocinar, no altera el sabor de los alimentos ni transmite sustancias tóxicas.
  • Comodidad y versatilidad. Al licuarse, el butano facilita su manipulación, almacenamiento (en botellas y bombonas de diferentes tamaños) y transporte a cualquier punto de consumo. Esto explica su polivalencia: en calefacción, agua caliente sanitaria, fogones, hornos y gasodomésticos, tanto en viviendas particulares como en negocios hosteleros y hoteleros; en actividades de ocio y deportes al aire libre (camping gas, caravanas y vehículos camperizados, parrillas, planchas, barbacoas, hornillos, lámparas, estufas, etc.); para generar electricidad y calor en industrias; y como combustible de vehículos para transportar personas y mercancías. 
  • Menor impacto medioambiental. Emite menos CO2 que otros combustibles fósiles y la Directiva 2014/94/UE del Parlamento y el Consejo europeos lo incluye entre las alternativas “con potencial para sustituir al petróleo a largo plazo”. 
  • Fiscalidad estatal. El butano también contribuye a la financiación del Estado y las políticas de transición energética a través del impuesto sobre hidrocarburos.
  • Algunas desventajas. Es muy inflamable, hay que manipularlo con precaución, mantener y revisar las instalaciones. Resulta peligroso si se inhala o acumula en espacios cerrados. Tiende a acumularse en zonas bajas (es más denso que el aire), de ahí medidas de seguridad como instalar rejillas y sistemas de ventilación. Necesita una buena organización logística y de puntos de distribución para repartir o adquirir las bombonas.

Cuál es mejor, ¿gas natural o butano?

La distribución del gas natural mediante tuberías y acometidas a domicilio lo hacen especialmente cómodo, con un acceso estable y seguro, aunque el coste de la instalación es superior a la del butano. Este es fácil de transportar o adquirir en bombonas, botellas y cartuchos, aunque obliga a estar pendiente de recambiarlos. 

En general, por su autonomía de consumo el butano resulta útil para zonas sin acceso al gas natural, en exteriores o usos esporádicos como las segundas viviendas. No obstante, al congelarse a alrededor de 0,5º C, puede ser inadecuado para zonas frías. Por su parte, el punto de congelación del gas natural es extremadamente bajo: -160º C.

El suministro de gas natural puede incluirse en planes de gas y de gas hogar, además de la instalación y otros servicios complementarios (revisiones, asistencia técnica...), de las compañías energéticas.

Aunque ambos presentan unas emisiones contenidas respecto a otros combustibles, se considera al gas natural como la energía fósil más limpia. Genera aproximadamente 204 gramos de CO2 por kWh frente a los 238 gramos del butano.

Como son inodoros e incoloros, se les añade una sustancia olorosa para facilitar la detección de fugas. El butano tiende a acumularse en zonas bajas, mientras el gas natural asciende y se disemina con facilidad, lo que reduce el riesgo de explosión. 

Ambos aportan unos precios competitivos, pero a largo plazo y para un consumo elevado (por ejemplo, en zonas frías con una elevada necesidad de calefacción) tiende a ser más rentable el gas natural. Al estar regulado y distribuido a gran escala, le afectan menos las fluctuaciones del mercado y resulta más fácil planificar su coste. 

Para hacer una comparativa del gasto anual, ten en cuenta que una bombona de butano de 12,5 kg equivale a unos 160 kWh. Además, considera el superior poder calorífico del butano: 13,79 kWh/Kg frente a 11,98 kWh/Kg del gas natural.

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