• Autoconsumo

Radiación solar por horas: cuándo aprovechar mejor la energía del sol

29 de octubre 2025

0 min de lectura

La radiación solar varía según la estación y nuestra ubicación, te contamos cómo aprovecharla mejor para el autoconsumo.


 

Piensa en cuando notas el calor del sol en tu piel o cómo una planta crece gracias a la luz natural: son formas de percibir los efectos directos de la radiación solar. Esta se define como la energía que emite el sol en forma de ondas electromagnéticas, y que viaja a través del espacio hasta alcanzar la superficie terrestre. Esencial en todos los procesos biológicos y climáticos de nuestro planeta, convivimos con ella a diario y se manifiesta principalmente como luz visible, radiación ultravioleta o infrarroja. Esta radiación no llega siempre con la misma intensidad. La latitud, la hora del día o la estación del año son factores que pueden modificar la energía solar que recibe un punto determinado de la Tierra. 

Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), en zonas del sur de España se registran niveles de radiación global que superan los 5 kWh/m² diarios de media, lo que convierte al país en una de las regiones más privilegiadas de Europa para el aprovechamiento de esta fuente limpia y abundante. De hecho, la radiación solar es clave para el desarrollo de energías renovables como la fotovoltaica o la térmica solar, pilares fundamentales en la transición energética hacia un modelo más sostenible. 

Entender qué es la radiación solar no solo ayuda a interpretar fenómenos meteorológicos o climáticos, sino que también permite tomar decisiones informadas sobre eficiencia energética, salud o urbanismo. En definitiva, se trata de una forma de energía natural, gratuita y cada vez más valiosa en la lucha contra el cambio climático.

¿Qué es la radiación solar y cómo se mide?

La radiación solar se mide a través de unos instrumentos llamados piranómetros, que registran la cantidad de energía solar que incide sobre una superficie horizontal. Se expresa en vatios por metro cuadrado (W/m²). Estos dispositivos captan tanto la radiación directa del sol como la difusa —es decir, la que llega tras ser dispersada por nubes o partículas en la atmósfera—. Para mediciones más precisas de la radiación directa, se utilizan heliógrafos o pirheliómetros, que siguen la trayectoria solar mediante sistemas de seguimiento. 

La acumulación de estos datos a lo largo del día permite calcular la radiación global diaria, que se suele expresar en kilovatios hora por metro cuadrado al día (kWh/m²/día), una unidad especialmente útil para evaluar el potencial de instalación de placas solares

En España, organismos como la AEMET y el IDAE disponen de redes de estaciones que recopilan y publican estos datos de forma continua, lo que facilita tanto la planificación energética como el desarrollo de proyectos fotovoltaicos.

¿Cuáles son las horas de mayor radiación solar al día?

Las horas de mayor radiación solar suelen concentrarse en torno al mediodía solar, es decir, cuando el sol alcanza su punto más alto en el cielo. En términos generales, este pico de radiación se da entre las 12:00 y las 14:00 horas, aunque puede variar ligeramente según la ubicación geográfica y la época del año. 

Durante ese intervalo, los rayos solares inciden casi perpendicularmente sobre la superficie terrestre, lo que reduce la cantidad de atmósfera que deben atravesar y maximiza la intensidad energética que llega al suelo. A este fenómeno se le conoce como “ángulo cenital mínimo”, y marca el momento en que cualquier superficie plana orientada hacia arriba recibe la máxima cantidad de radiación directa.

Sin embargo, si hablamos del “bloque de horas óptimas” para aprovechar la energía solar, especialmente en instalaciones fotovoltaicas, hay que ampliar el rango. Desde aproximadamente las 10:00 hasta las 16:00, se registra un nivel sostenido de alta radiación, suficiente para garantizar una producción eficiente de energía. 

Este tramo puede prolongarse o acortarse según la estación: en verano, por ejemplo, los días más largos permiten un mayor número de horas útiles de captación solar, mientras que en invierno la ventana se reduce. Por eso, los técnicos en energías renovables consideran esta franja central del día como la más rentable para generar electricidad solar, calentar agua o programar electrodomésticos en viviendas con autoconsumo.

Factores que influyen en la radiación solar: hora, estación y ubicación

Los niveles de radiación solar que recibe un lugar determinado no son constantes; dependen de múltiples variables:

  • La hora del día. Al mediodía solar, cuando el sol está más alto en el cielo, la radiación es máxima porque los rayos inciden de forma más perpendicular sobre la superficie. Se explica entonces qué es la hora solar pico. A primera hora de la mañana o al atardecer, la inclinación hace que la radiación tenga que atravesar una mayor porción de atmósfera, lo que reduce su intensidad. 
  • La estación del año. En verano, los días son más largos y el sol alcanza posiciones más altas, lo que se traduce en más horas de radiación y mayor intensidad; en invierno ocurre justo lo contrario. 
  • La ubicación geográfica: cuanto más cerca está una región del ecuador, más intensa y regular es la radiación que recibe a lo largo del año. 
  • Las condiciones meteorológicas (nubes, niebla, polvo en suspensión) pueden atenuar considerablemente la cantidad de energía que llega a la superficie.
  • La altitud: en zonas elevadas, como en alta montaña, la atmósfera es más delgada y se pierde menos radiación por absorción o dispersión. 
  • La orientación y pendiente del terreno: es algo esencial en instalaciones solares y determina cuánta radiación efectiva recibe una superficie. 

Todos estos factores se tienen en cuenta al calcular el rendimiento de paneles solares o al diseñar edificaciones eficientes desde el punto de vista energético.


 

¿A qué hora empiezan a producir las placas solares?

Las placas solares comienzan a producir energía desde el momento en que reciben luz solar, incluso si esta no es muy intensa. En un día claro, la producción suele arrancar en torno a las 7:00 u 8:00 de la mañana, dependiendo de la estación del año y de la ubicación geográfica. A esas horas, la radiación solar es todavía baja, por lo que los paneles generan una cantidad de electricidad modesta. A medida que el sol asciende y se intensifica la radiación, la producción se incrementa progresivamente hasta alcanzar su punto máximo alrededor del mediodía solar. 

Es importante destacar que las placas no necesitan luz directa para empezar a producir: también captan la radiación difusa, es decir, la que atraviesa las nubes o se refleja en el entorno. No obstante, en días nublados o con niebla, la producción se reduce considerablemente. El rendimiento también puede verse afectado por la orientación e inclinación de los paneles, factores clave para optimizar el inicio y el final de la jornada solar.

Rendimiento de las placas solares por meses

El rendimiento de las placas solares varía notablemente a lo largo del año, y está directamente ligado a la cantidad de radiación solar que reciben cada mes. 

  • Verano. Especialmente en junio y julio, las instalaciones fotovoltaicas alcanzan su máximo rendimiento. No sólo por la mayor intensidad del sol, sino también por el número de horas de luz diaria, que puede superar las 14 en buena parte de la península ibérica. Durante este periodo, los paneles pueden producir entre un 25% y un 30% del total anual, lo que convierte al verano en el motor de la rentabilidad solar. 
  • Primavera y otoño. En estos meses, el rendimiento sigue siendo alto, aunque algo más moderado. En abril, mayo o septiembre, las condiciones meteorológicas suelen ser estables, con buena irradiación y temperaturas agradables que favorecen la eficiencia de los módulos. No hay que olvidar que el calor excesivo —como el que se da en pleno agosto— puede reducir ligeramente la eficiencia de los paneles, ya que trabajan mejor a temperaturas moderadas. Por eso, a veces mayo o septiembre superan a julio en eficiencia relativa, aunque no en producción total.
  • Invierno. Durante diciembre, enero y febrero, los días son más cortos y el rendimiento cae. En esta época del año, la producción puede ser un 70% inferior en comparación con la del verano. Aun así, los días despejados de invierno permiten generar energía útil, especialmente si los paneles están bien orientados y sin sombras. 

Cómo aprovechar las horas de mayor radiación en los paneles solares

Aprovechar las horas de mayor radiación solar es clave para exprimir al máximo el rendimiento de una instalación fotovoltaica, y eso implica tanto una buena planificación técnica como una gestión inteligente del consumo. 

En primer lugar, es fundamental que los paneles estén bien orientados —preferiblemente hacia el sur en el hemisferio norte— y con una inclinación adecuada a la latitud de la zona. Una orientación óptima garantiza que, cuando el sol alcanza su máxima altura (entre las 12:00 y las 14:00), los módulos reciban los rayos de forma casi perpendicular, lo que se traduce en una producción energética más eficiente. 

Además, hay que evitar sombras de árboles, chimeneas o edificios cercanos, que pueden reducir significativamente la generación, incluso aunque afecten solo a una pequeña parte del panel.

Por otro lado, y como usuario, debes adaptar los hábitos de consumo eléctrico a las horas de mayor producción. ¿Cómo? Muy sencillo: programando los electrodomésticos más intensivos —lavadoras, lavavajillas, termos eléctricos, cargadores de coche— para que funcionen entre las 10:00 y las 16:00, que es cuando más energía generan las placas. Si dispones de baterías para autoconsumo, el excedente producido en esas horas puede almacenarse y utilizarse por la noche, aumentando la independencia energética. 

Como te ayudamos en Smart Solar, también existen sistemas de monitorización que permiten visualizar en tiempo real cuánta electricidad se está generando y consumiendo, lo que ayuda a tomar decisiones más informadas sobre cuándo encender o apagar ciertos aparatos. 

En definitiva, aprovechar las horas de mayor radiación no es solo cuestión de sol: es también cuestión de estrategia. Y te ayudamos a encontrar la mejor para ti con Plan Solar,

Autoconsumo solar y programación del uso energético

El autoconsumo solar se ha convertido en una de las herramientas más eficaces para reducir la dependencia de la red eléctrica convencional, ahorrar en la factura de la luz y avanzar hacia un modelo energético más sostenible. Gracias a la generación propia de electricidad mediante placas solares, hogares y empresas pueden cubrir buena parte de sus necesidades energéticas con una fuente limpia, abundante y gratuita. 

Sin embargo, para maximizar ese beneficio, es aconsejable acompañar el autoconsumo de una programación inteligente del uso energético. Es decir, consumir cuando se está produciendo, y no al revés. Aprovechar las horas de mayor producción solar —entre media mañana y primeras horas de la tarde— para poner en marcha los electrodomésticos, cargar baterías o calentar agua permite reducir al mínimo el consumo de la red y optimizar la rentabilidad de la instalación. Además, en un contexto de precios eléctricos inestables y de creciente concienciación climática, esta gestión activa del consumo no solo representa un ahorro económico, sino también una forma concreta y directa de contribuir a la transición energética.

Temas relacionados